Sobre mi
Mi historia puede ser muy parecida a la tuya.
Nací en 1972, en Rincón, por entonces un pueblito a orillas del río Ubajay, en Santa Fe, Argentina. Tras la muerte de mi papá cuando ingresaba a mi adolescencia, me cuestioné algunas cosas sobre el mundo y la vida.
Encontré respuestas que generaron nuevas preguntas, otras respuestas y otras preguntas y mas preguntas. Así me convertí en un buscador; metí mis narices en distintos lugares, filosofías, religiones, escuelas, actividades. Estudié ingeniería, me recibí de locutor nacional; estudié filosofía y teología, me titulé como agente inmobiliario y finalmente me certifiqué como Coach Ontólogico en una de las instituciones mas prestigios de Latinoamérica. Seguí formándome. Tomé distintas especializaciones, cursos diversos y enriquecedores, todos en orden al Desarrollo Personal y Crecimiento.
Aún así, con todas estas herramientas y distinciones que había cosechado, tuve momentos de tremenda oscuridad interior. Por fuera no se percibía (al menos me esforzaba mucho para que así fuera) pero internamente atravesé la noche oscura del alma. Una sucesión de días, semanas y meses que parecían arrastrarme hacía un abismo sin sentido.
Nada de lo que encontraba saciaba mi sed. Necesitaba encontrar la razón profunda de todo ese vacío. Y aunque lograba resultados en mi vida “exterior” y en las de mis clientes, tenía la sensación punzante de que había algo más y que yo no lo podía ver.
De tanto y tanto buscar, me dí cuenta que me había vuelto lo que yo llamo un BCC “Bucador, Carente, Compulsivo”
Cuando comenzaba a resignarme en torno a encontrar la clave y estaba a punto de darme por vencido en esa empresa, dí con la piedra angular que tanto estuve buscando.
Tres Principios que operan en cada ser humano: MENTE – PENSAMIENTO – CONSCIENCIA.
Ese día me detuve. Me calmé. Respiré y sentí PAZ…
Con total claridad me dí cuenta que el mundo no era mas que un reflejo de lo que había dentro mío. Que la forma en que vivía los acontecimientos de mi vida siempre fueron construidos desde adentro hacia afuera. Este entendimiento me sobrecogió, movió todos mis cimientos. No desde lo teórico, desde lo racional. Pude sentirlo desde el pecho y hasta en mis tripas.
Me reí, emocioné, quise compartirlo, y eso hago.
Hoy, desde este nuevo espacio de comprensión me dedico al arte de escuchar sin juzgar y acompañar a las personas a encontrar la misma piedra angular que puso punto final a mi búsqueda de métodos, recetas, estrategias, caminos, etc.
Construyo procesos reflexivos que permiten a las personas ver las cosas desde otro lugar. Ver cómo es el funcionamiento de su propia naturaleza humana, común a todos quienes vivimos en este planeta.
Estos procesos generan un re-encontrarse con el potencial que ya hay en las personas con quienes trabajo y del cual se habían olvidado. Reconocen su propia esencia natural y al hacerlo, toda su vida empieza a cambiar.
Acontece un fresco entendimiento, sin necesidad de pasos, ni recetas.
Tengo la certeza de que cada quien tiene las respuestas a sus propias preguntas y que, si nos animamos a dar un paso en el sentido de nuestros sueños, La Vida misma nos ayuda a levantar vuelo y llegar hasta donde el corazón desee y el compromiso se mantenga.
CREO que cada persona PUEDE elegir ver un bello día cada día, es CAPAZ de hacerlo y lo MERECE.
La PAZ que anhelas, es parte de nuestra esencia y siempre lo fue, aunque muchas veces nos olvidemos de eso.
Alexis